martes, 13 de octubre de 2009

EL MUNDO AL REVÉS

Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia…


Leire tapó con la sábana el pecho descubierto de Mariano. Estaban sobre la cama y habían disfrutado de una noche loca de amor. La sonrisa de Leire emocionó a Mariano que no sabía responder cómo consiguió llegar al delirio a su edad…

Mientras tanto, José Luis telefoneaba a Obama y le tranquilizaba pues éste estaba desasosegado desde que le complicaron la vida con un premio. Desde que accedió al poder Obama, José Luis se propuso dirigirlo espiritualmente por el buen camino. Consideró que aprendía rápido la teoría de la Alianza de las Civilizaciones.

Dolores sentía una opresión terrible en el pecho, no podía respirar. Desde hace días busca desesperada a Ansar para contarle el idilio imposible de Mariano. Realmente, se sentía despechada, incluso menospreciada, por el parlanchín de los hilillos de plastilina.

Ansar, por un instante, dejó de pensar en la publicidad de la marca de chocolate que le ofrecieron, se trataba de vender muy bien las tabletas, y se concentró al cien por cien en los desvaríos de su Mariano. El Bigotes podría ayudarle a resolver semejante lío.

El Bigotes pensó en abordar a María Teresa con un presente de la Vogue, pero como no tiene buen gusto contó con su amigo Ric que a su vez habló con Camps para que éste consultase a su mujer cuál sería un buen regalo. La historia se complicó porque la buena mujer planteó que por el mismo precio podrían comprar dos cariñitos, uno de los cuales le vendría muy bien para hacer juego con aquel traje de su elegante marido.

Al Bigotes le pareció un atolladero del que no sabe salir: don Vito le tiene prohibido acudir a fiestas de otras familias y menos con halagos concretos de marca.

Mariano, a su pesar, quiso convencer a Leire que siguiera el ejemplo de su madre, que dejase el partido y se fuese con él como número dos. Incluso le dijo: mira qué feliz es ahora tu madre, hasta levanta los brazos y une los dedos en señal de victoria. Pero Mariano -contesta ella-, los dos en el mismo partido no tenemos futuro y con cada uno en el suyo, siempre tendremos futuro. Además, qué me dices del morbo que da, del gustirrinín que da, burlar la vigilancia para que se realice el encuentro tan deseado por los españoles y renegado por Ansar y Javier y José Luis y Mª Teresa, entre los dos partidos, extraños compañeros de cama, mas amigos indolentes del sexo. Anda, despreocúpate, desayunemos, que en la mesa de la cocina está esparcida la harina para el pastel de amor que te estoy preparando…

Ansar en sus clases de inglés piensa en cómo demonios puede irritar a José Luis. Descartó la idea de “dame la manita, Pepe Luis”, le pareció muy cursi, además, podría no ser entendida por los españolitos. Ya está, convencería a los mejicanos y a los americanos de la falta de miras y de posibles del país de José Luis porque José Luis es un patán que si no anda a cuatro patas es porque le faltan dos.

Dolores llama a Ansar para preguntarle si hay nuevas. Le responde que tranquila, en unos días verá los resultados. Pero Dolores no lo soporta más y en la comparecencia de rueda de prensa arremete contra Leire, que si no sabe contar, que si utiliza una talla 42 de pantalón, que si con las perlas que cuenta su madre ya recibió un collar,… Mariano, sorprendido, sigue lo que le parece una broma, mientras recuerda como embadurnado de harina y de huevo sobre la mesa del apartamento de Leire sintió cómo los presupuestos del estado cuadraban a cero y ofrecían superávit en el cómputo de la satisfacción del estado de bienestar de los españoles…